SABIDURIA

SABIDURIA

VALOR DE LA SABIDURÍA
Vivimos en la era de la información, de Internet, de las palabras.  En el pasado, el tiempo corría mucho más despacio, y la información también.
Dicen que un inglés del siglo XVII podía acumular en toda su vida la misma cantidad de información que hoy rellena un periódico en un día de tirada.  Hoy contamos con mucha información, pero ¿somos más sabios que en épocas pasadas?
La palabra “sabiduría” viene de “sapere” en latín quiere decir “saber” y también “saborear”.  No es más sabio el que tiene más información, sino quien es capaz de “saborear” las cosas, guardarlas en el corazón y convertirlas en fuente de crecimiento para él y para los demás.
Para la Biblia, el hombre “sabio” es el hombre “prudente”, “sensato”.  El que no es sabio, es un “imprudente”, un “necio”.  Salomón es el “rey sabio” por excelencia.  Después de construir el Templo de Jerusalén, Dios promete darle lo que quiera.  Salomón, en lugar de pedir riquezas, o paz sobre sus enemigos, le pide “un corazón que escuche, para que sepa gobernar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal” (1 Re 3,9).
En definitiva, la sabiduría es la capacidad de juzgar correctamente cuándo, cómo, y para qué poner el conocimiento en acción.  También puede decirse que la sabiduría es la capacidad de emplear el conocimiento de manera inteligente y con fines nobles.

 

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